Hacer composta en casa: ¡Sí se puede y se disfruta.!

El interés por hacernos responsables de manejar nuestros desechos inició en el momento que comenzamos a separar nuestra basura y nos dimos cuenta de la gran cantidad de residuos de diversos tipos que generamos como familia.

En el caso de la mayoría de los desechos el camino era conocido: usar, limpiar, secar, compactar y llevar a un centro de acopio para su reciclaje. Lo primero que nos llamó la atención en esta receta es que no podía aplicarse para el tipo de residuo más abundante en nuestro hogar (más de la mitad de toda la basura), los residuos de los alimentos y de las podas del jardín: el material orgánico.

Fue así como comenzamos un aleccionador viaje por el mundo de la composta y los procesos que permiten ocurra y que para nosotros significaría, en poco tiempo, un cambio en nuestro estilo de vida y manera de pensar.

La composta consiste en la descomposición de la materia orgánica en presencia de aire para transformarse en tierra y nutrientes para que nuestro suelo siga siendo productivo. Es un proceso que la naturaleza ha realizado durante millones de años para limpiarse, y lo seguirá haciendo. La parte más interesante la tuvimos enfrente cuando nos enteramos que podíamos permitir que este proceso se realizara en nuestra propia casa, de una manera limpia, segura y eficiente, y también hubo una parte retadora, cuando conocimos que el proceso podría realizarse incluso dentro de nuestra casa, al no contar con un espacio exterior adecuado, sin temor a malos olores.

Algo en nosotros había sido educado de una manera que rechazaba totalmente la posibilidad de convivir bajo el mismo techo con los desechos, la basura. Pero también otra parte nos invitaba a experimentar y retar lo aprendido, con las únicas bases de lo que otros nos compartían por Internet y la necesidad familiar por disminuir nuestro impacto ambiental.

Para hacer composta la receta es sencilla: hay que mezclar residuos orgánicos frescos (cáscaras de frutas o verduras, por ejemplo) con residuos orgánicos secos (como restos de podas del jardín, papel, cartón o tierra), que exista humedad en la mezcla y que circule el oxígeno entre ésta. Es útil que los residuos frescos y secos se alternen en capas, simulando un sandwich, donde siempre la capa de residuos secos es la que se coloca encima.

Existen variantes del proceso para que se pueda realizar de manera más ágil (agregando lombrices composteras), o con enfoque a tipos de residuos específicos (como lo que sucede en un sanitario ecológico seco). En todos ellos se busca convertir los residuos orgánicos en un material que pueda ser devuelto al suelo para aportar nutrientes y estructura para que éste siga siendo productivo.

A nosotros se nos presentaron dos retos para iniciar con el proceso de composta en la casa:

1). Encontrar el espacio adecuado. Para nosotros fue importante contar con botes composteros que permitieran mantener la composta alejada de bichos indeseables, aislar un poco de las condiciones extremas del clima en nuestra ciudad y separar el espacio de la composta del resto de las áreas.

2). Ser constantes en el proceso, ya que se requiere invertir tiempo en la separación de residuos, su resguardo y preparación para alimentarlos a la composta. Los residuos se producen diariamente.

El proceso es simple y tiene beneficios directos, como disminuir dramáticamente la cantidad de basura producida en el hogar y contar con una fuente constante de fertilizante natural para aplicar en las plantas. Pero más que éstos, nos interesan los beneficios indirectos que nos aporta y que están relacionados principalmente a fomentar el máximo aprovechamiento de los recursos, evitando el desperdicio, y a tomar responsabilidad sobre nuestras acciones y su impacto. Es así como la actividad de hacer composta se convierte en una cultura y en un estilo de vida.

En un relleno sanitario todos los materiales se mezclan y existen procesos de compactación para remover el aire entre ellos para ahorrar espacio. Esto genera un ambiente sin ventilación, en donde la materia orgánica produce metano al descomponerse, un gas de efecto invernadero, y, además, se generan líquidos ácidos que provienen de las mezclas tóxicas, los cuales penetran al subsuelo y contaminan el agua que se encuentra en el mismo.

Si una familia hace composta en nuestro país estaría manteniendo fuera de los tiraderos de basura hasta 600 Kg de residuos por año, los cuales se convertirían en un material con mucho beneficio ambiental.

Como dice Joseph Jenkins en su libro “The Humanure Handbook" “…el compostaje es un acto de humildad. Las personas que cuidan lo suficiente la tierra para reciclar los desechos personales lo hacen como un ejercicio de humildad, no porque van a hacerse ricas y famosas por ello… El ejercicio del espíritu humano puede adoptar muchas formas, y el simple acto de limpiar lo que uno deja a su paso es una de ellas."

Si alguna vez has sentido la inquietud de hacer composta y no sabes cómo empezar, en Internet encontrarás muchas referencias para iniciar tu propia experiencia, sólo requieres la decisión y un poco de ingenio para que el proceso se acople a tus necesidades. Decídete y ¡haz composta!, lo vas a disfrutar.

Autor: David Aldio Navarro Halún