Jardines coloniales
Artículo revisado por el Comité
Descubre la historia de los jardines coloniales y aprende todo lo que necesitas saber para hacer uno propio.
Los jardines coloniales son una expresión de la arquitectura colonial, manifestación arquitectónica que apareció en América Latina a partir de La Conquista. Las tendencias artísticas europeas, como lo eran el gótico o el barroco, se integran con el arte prehispánico dando como resultado un estilo muy característico y hoy en día muy cotizado.
Las iglesias y las viviendas se construyeron bajo el modelo español con la particularidad de que los enormes terrenos conquistados se dividían entre pocas personas, dando lugar a lo que conocemos como hacienda. Las casas de ciudad eran más sencillas y tenían jardines amurallados. Estos se caracterizaban por ser una interpretación barroca de la muy exuberante flora que se puede encontrar en México. Los árboles a los que se recurría con mayor frecuencia eran el arce, los cornejos, el boj y las lilas. En cuanto a flores, se podían apreciar crocus, crestas de gallos, vincapervinca, girasoles o capuchina, dependiendo de los caprichos de la familia.
Hoy en día, se ha retomado el concepto para generar nuevos formatos de jardines que mantengan las características más icónicas. Los jardines coloniales son frondosos y abundantes pero a su vez, muy ordenados, se delimitan por caminos de grava o piedra que dan lugar a zonas específicas: una zona de árboles o arbustos que pueden ser frutales, una zona amueblada para disfrutar del mismo e incluso zonas más escondidas a las que se llega únicamente por los caminos.
El jardín colonial normalmente es un jardín muy fresco, tranquilo y en donde predomina un aroma natural, para ello se utilizan flores aromáticas como las rosas, el azhar o los jazmines y se recomienda usar variedad de especies para que durante todo el año se tenga un aroma agradable. El pasto es otro de los elementos más importantes en este jardín por lo que debemos procurar tenerlo verde todo el año, para ello pueden usarse plantas tapizantes del suelo o hiedra. En su extensión muchas veces se agrega un pequeño estanque o algún tipo de fuente que normalmente es de piedra.
Al ser un jardín que nos invita tanto a disfrutarlo, los muebles se vuelven de mucha importancia. Los más típicos son sillas y mesas de madera pero por cuestiones de mantenimiento se han comenzado a usar muebles exteriores de hierro. Ambos le dan un toque increíblemente acogedor a tu jardín. Al final, dale tu toque personal al jardín con pequeños detalles como macetas colgantes con flores, figuras de barro, regaderas de metal, vasijas o demás.